martes, 6 de julio de 2010

Resumen " El guardían entre el centeno"


La historia empieza cuando Holden, el protagonista, desde la residencia en la que se encuentra decide empezar a contarnos la historia de las Navidades pasadas. También nos habla de su hermano D.B, que está en Hollywood.

La historia empieza el día en que le echan de Pencey, su colegio.Un colegio muy elitista y que, según él , no cumplía con lo que ofrecía en la publicidad. Ese día era el partido contra otro colegio pero Holden no fue porque acababa de llegar de Nueva York y porque su profesor de Historia le habia dejado un recado para que pasase a visitarle.
Cuando llegó a casa de su profesor, el Sr. Spencer, su mujer le abrió la puerta y le llevó hasta la habitación. Esta ofrecía un aspecto deprimente y el Sr. Spencer más todavía. Holden se sentó en la cama y se pusieron a hablar sobre la vida, los estudios de Holden y cómo se tomarían sus padres otra expulsión. Cuando acabaron con eso el Sr. Spencer torturó a Holden leyéndole su ensayo sobre los Egipcios. Por fin Holden consiguió marchar.

Mientras va por la calle pensando en lo buen mentiroso que es y en el señor que da nombre al ala del colegio en la que él vive, llega a su habitación y se pone a leer un libro hasta que entra Ackley, el chico de la habitación de al lado que odia a Stradlater(compañero de cuarto de Holden) Porque un día le recomendó que se lavase los dientes, y se pone a estorbar. En ese instante llega Stradlater acoger su neceser.
Holden le acompaña a los lavabos y, mientras él se afeita, se ponen a charlar. Stradlater le pide a Holden que haga una composición para la clase de literatura por él y Holden acepta. De repente sale a relucir el tema de las chicas y da la casualidad de que la chica con la que ese día sale Stradlater, Jane, conoce a Holden. Entonces Holden se emociona(porque aunque no lo diga creo que Jane es su verdadero amor) y habla todo el rato sobre ella hasta que Stradlater se va. Holden se queda en su habitación pensando en Jane pero Ackley vuelve a entrar.
Holden nos habla sobre la cena que dan en su colegio los sábados; ese sábado después de cenar se fue con Ackley y Mal a comer unas hamburguesas. Al volver al colegio Ackley se coló, de nuevo en su habitación pero esta vez Holden le echó. Luego se puso a escribir la composición de Stradlater y como tema escogió el guante de béisbol de su hermano Allie y los poemas que este había escrito en él. Y, como no, empezó a acordarse de su hermano.

Stradlater llega por fin y lee la composición mientras se desviste; el tema de la composición le parece algo ridículo y se “enfada” con Holden, entonces Holden coge la composición y la rompe. Cuando todo se calma un poco hablan de Jane, Stradlater insinúa que ha hecho el amor con ella y Holden tiene un arranque de ira y se lanza sobre él, empezando una pelea en la que el se lleva la peor parte.
Cuando la pelea toca a su fin Holden entra en la habitación de Ackley buscando conversación y un sito donde dormir. Ackley no le hace mucho caso y sigue durmiendo, así que Holden se tumba en la cama y empieza a pensar en Jane y Stradlater juntos. La idea le pone enfermo con lo que decide dejar de pensar en eso y despierta de nuevo a Ackley pero como este se vuelve a dormir, Holden se plantea la posibilidad de no esperar al miércoles y marcharse esa misma noche. Entra en su habitación, hace la maleta y se dirige a la habitación de un compañero para venderle su máquina de escribir y conseguir más dinero.

Se despide de sus compañeros gritando desde la mitad del pasillo: “ que durmáis bien ,tarados”

Coge un tren hacia Nueva York y allí se encuentra a una atractiva mujer que resulta ser madre de un compañero suyo, según Holden un falso, con la que mantiene una conversación en la que no faltan las mentiras.
Al llegar a la estación siente deseos de llamar a alguien por teléfono pero acaba por no hacerlo. Monta en un taxi y, mientras mantiene una extraña conversación con el taxista, se dirige al hotel Edmont y allí, a través de la ventana de su habitación, asiste al ritual de un travestido y a como una pareja se dedica a tirarse agua a la cara por turno. Mientras medita sobre la clase de pervertido que es él se le ocurre llamar a Jane pero al final desiste. Sin embargo opta por llamar a una chica de la que le habló un conocido. Él la invita a tomar algo pero ella pospone la “cita” para el día siguiente mas entonces es Holden el que rechaza.

Mientras se cambia de ropa decide llamar a su hermana Phoebe pero una vez más no lo hace. Nos habla un poco de su familia, sobre todo de Phoebe; y, por fin, baja al salón Malva. Allí pide un whisky con soda pero sin el carnet no se lo dan (encima es menor) y se fija en tres mujeres, no muy guapas. Saca a bailar a la menos fea y luego a las otras dos, que bailaban fatal. Holden las invita a algo y “habla” con ellas; las pobres son tan tontas que Holden acaba sintiendo lástima por ellas. Finalmente regresa a su habitación.
En el vestíbulo, y para variar, vuelve a pensar en Jane. Se habían conocido gracias al perro de ella , que hacia sus necesidades en el jardín de Holden.

No es que Jane fuera muy guapa, aunque para él si, pero le volvía loco. Encima a la madre de Holden no le caía muy bien.

Una tarde mientras jugaban a las damas el padrastro de ella le preguntó algo y, cuando él desapareció de su vista, ella empezó a llorar. Holden acabó besándola por toda la cara excepto la boca, ella no le dejó. Nunca se besaron pero hacían manitas todo el tiempo. Se la imaginó con Stradlater y, cuando despertó montó en un taxi rumbo al “Ernie”

Se puso de conversación con el taxista, conversación que versaba sobre los patos del Central Park Souht. Cuando entra allí nos comenta un poco como toca el tal Ernie y el tipo de gente que para por ese local. Hasta que se le acerca una chica que había estado saliendo con su hermano y habla un rato con ella, una tía muy falsa por cierto. A Holden no le apetece mucho que darse allí así que suelta otra mentira y se va.

De regreso al hotel se pregunta quién le habrá robado los guantes y se imagina la pelea que hubiera tenido con él si tuviese agallas. Ya en el ascensor Maurice, el ascensorista, le propone pasar un rato con una prostituta y él acepta aunque empieza a arrepentirse. Aquí es cuando nos confiesa que es virgen y rememora las oportunidades que tuvo de perder la virginidad. Justo en ese momento llaman a la puerta, es Sunny, la prostituta. Ella empieza a desnudarse pero a Holden le parece todo muy precipitado así que rechaza sus servicios. Le paga lo convenido aunque ella intenta estafarle pero finalmente se va.

Cuando Sunny se marcha Holden se siente deprimido y se pone de conversación con Allie. Siente ganas de rezar pero no puede porque es ateo, el único personaje bíblico que le cae bien es Jesús, los demás le parecen unos farsantes. Interrumpiendo sus cavilaciones alguien llama a la puerta, son Sunny y Maurice que vienen a cobrar su deuda; Holden se niega a pagar,Sunny le coge el dinero y Holden rompe a llorar, en ese instante Maurice le asesta un puñetazo en el estómago. Cuando ellos ya se han ido Holden imagina su venganza y a su amada Jane vendándole las heridas. Tras tanto acontecimiento se acaba durmiendo.

Se despertó y llamo a Sally Hayes, una chica con la que salía a veces, para ir al teatro. Se vistió y montó en un taxi rumbo a la estación Grand Central. Entró a desayunar en un café y se puso de conversación con unas monjas muy simpáticas.

Cuando termina su desayuno va de paseo y decide comprarle un disco a su hermana. Telefonea a Jane pero la que contesta es su madre a si que cuelga, si hay algo que le aburra es hablar con las madres de sus amigas. Va al parque en busca de su hermana para darle el disco pero cuando llega le dicen que está en el museo. Se encamina hacia allí pero nada más llegar decide irse.

Pide un taxi y va hacia Baltimore. Mientras espera a Sally se fija en las piernas de las chicas que hay por ahí y en como serán los hombres con los que se casarán. Por fin llega Sally y entran a ver la obra . Al finalizar se van a patinar pero lo hacían tan mal que Holden propone que paren para tomar algo. La conversación llega a tal punto que Holden acaba por decirle a Sally todo lo que piensa de ella.

Tras irse de la pista de patinaje entra en un bar a comer algo. Llamó a Jane pero no cogió nadie el teléfono. Llamó a un amigo suyo y quedaron para tomar algo por la noche. Como le sobraba tiempo entró a ver una película en el cine.

Al terminar va al bar donde quedó y se pone a filosofar sobre la guerra.

Una vez en el bar describe el ambiente que hay allí, también nos cuenta algo sobre Luce. Luce llega al fin y empiezan a conversar sobre chicas. Como las cosas se sabe como empiezan pero no como acaban terminaron hablando sobre el psicoanálisis.
Holden acabó emborrachándose y llamó por teléfono a Sally. En los lavabos habló con el pianista. Acabó camino a su casa a ver a su hermana tiritando de frío pero sin sentirse ni borracho ni cansado.

Cuando llega a casa el antiguo ascensorista no está así que consigue subir fácilmente a su casa porque sus padres se habían ido a una fiesta. Cuando por fin encuentra a su hermana le fisga todos los cuadernos y luego la despierta para hablar con ella.
Después de coger unos cigarros de su padre volvió a la habitación para seguir hablando, aunque ella estaba enfadada porque se había enterado de que habían expulsado a Holden del colegio. Phoebe le preguntó que quería ser de mayor y el le contestó que guardián entre el centeno.
Llamó por teléfono al Sr. Antolini, su ex - profesor, para saber si podía ir a dormir a su casa. Cuando acabó de hablar se encontró a su hermana bailando y se puso a bailar con ella. En ese momento llegaron sus padres y Holden se escondió en el armario. Cuando sus padres se fueron Holden salió, su hermana le dio dinero y el se marchó.
Llegó a casa del Sr. Antolini, tomaron un café y se pusieron de conversación . Se echaron a dormir y en mitad de la noche Holden sintió una mano acariciándole la cabeza, era la del Sr. Antolini. En ese instante se le vinieron a la cabeza todos los pervertidos que conocía; mintió y se fue.
Se echó a dormir en un banco, y por la mañana fue a un bar a desayunar. Tras el desayuno fue el colegio de su hermana y dejo una nota para que le entregasen. Se dirigió al museo y allí ayudo a dos niños a buscar las momias. Más tarde se encontró con su hermana que estaba decidida a irse con él. Al final Holden cambió de idea y acompañó a Phoebe al tiovivo. Y se quedó allí, bajo la lluvia viéndola dar vueltas.
Aquí se acaba la historia que nos cuenta Holden y, para despedirse desde el “hospital” nos da un buen consejo: “ Nunca cuentes nada a nadie porque en cuanto lo haces empiezas a echar de menos a todo el mundo”

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