Los niños soldados dormían en la selva de los pueblos que invadían. Ishmael y un grupo de niños fueron a un pueblo, Bauya, cerca de donde estaban ellos. Después de regresar de Bauya, cogieron unas bolsas y las llenaron de munición y de comida. Cuando ya tenían la munición y la comida fueron a una reunión para hablar de Shakespeare. Cuando acabo la reunión los niños soldados se levantaron. Después se fueron a fumar y a esnifar cocaína, estuvieron hablando de más drogas. Al rato, llegó un camión donde venían cuatro hombres vestidos con unas camisetas que ponían UNICEF. Ishmael aun llevaba sangre de sus víctimas en los brazos. Los MP los estaban vigilando cuando ellos estaban en una sala descansando. Ishmael sufría temblores por las drogas que había tomado.
Cuando acabaron de comer, las enfermeras, fueron al comedor a por los niños para que hacieran un chequeo médico para saber si se drogaban. Los niños soldados cogieron unas palas y se las dieron a los hombres de UNICEF para que cavasen su propia tumba. Les apuntaron con las armas y los mataron y los enterraron. Después los niños soldados se dirigieron a una hoguera. Tenía que curarse las heridas. Estuvo unos meses en el minihospital, pero cuando regresó al pueblo donde estaban el resto de lo niños soldados lo primero que preguntó fue donde estaba su arma.
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